Si te encanta el turismo de aventura tienes que conocer El Parque Ecológico Tulimán, paraíso en
la sierra de Zacatlán, Puebla que te invita a desconectarte de la vida
citadina para entregarte en cuerpo y alma al goce de la naturaleza en un
ambiente seguro y confortable, sin duda una rareza a tres horas y media de la
Ciudad de México. Te recomendamos viajar en auto porque el parque es muy
grande, de hecho, está dividido en tres zonas y en cada una hay espacio de
estacionamiento. Para que te des una idea de la puerta de entrada a la unión de
los Dos Ríos hay tres kilómetros.
Senderismo
El parque cuenta con circuitos para disfrutar del senderismo. La zona
uno te conducirá a las cascadas, la dos a la poza de agua mineral y la tres al
punto donde se unen los Dos Ríos. Los caminos están muy cuidados y se ha
buscado que sean lo más ecológicos posibles, de hecho, varios de los
barandales, sobre todo los que están cerca de la cascada, están hechos de pet reciclado, para que aguanten más la
humedad.
Poza mineral
Es el mayor atractivo de la zona dos, para llegar a ella es necesario
descender cerca de 800 metros serpenteando el río. En el camino disfrutarás de
la belleza de los árboles decorados con heno, escucharás el canto de decenas de
aves diferentes y observarás los colores que los minerales del agua han dejado
como rastro en las piedras que estás escoltándolo. En la parte más baja hay una
pequeña poza techada de agua mineral para conservar el calor. Cuentan que
anteriormente habían varias pozas naturales, pero en 1999 las lluvias
torrenciales provocaron deslaves tan intensos que cubrieron por completo la
zona e incluso cambiaron el cauce del río. Fue entonces cuando decidieron hacer
esta poza artificial.
El árbol hueco
Justo al lado de la poza mineral hay un puente colgante que conduce a un
árbol hueco, conocido como papalopotl o árbol de mariposa por la forma de sus hojas. Es una rareza
extraordinaria, pues en su interior caben 14 personas. La obscuridad de su
interior puede resultar un tanto incómoda, pero si piensas que estas en las
entrañas de un ser vivo sin afectarlo, la experiencia resulta increíble. Camino
al árbol no te pierdas el paisaje que forman las rocas sobre el río, son una
especie de escalinata que puedes escalar y que, en temporada de lluvias
desaparece por completo por el aumento del caudal.
Dos Ríos
En la zona tres ocurre un fenómeno maravilloso, se unen el río que baja
de la cascada con el que viene del agua del manantial. Antes de llegar a la
unión, se forman otras pequeñas caídas de agua dulce y del lado del manantial
se confunde el cauce del agua con el colorido trazo que dejan los restos
mineralizados. Es un lugar inigualable para relajarte, meditar o tomar
fotos.
Circuito de aventura
Si te gusta la adrenalina, tu lugar es la zona tres ahí existe un
circuito que incluye cuatro tirolesas, un cable de tensión y un puente
colgante. La aventura es un pretexto para disfrutar del paisaje desde las
alturas. El recorrido es corto, te tomará cerca de 20 minutos. Si aún quieres
más diversión, puedes disfrutar del tiro con arco.
Cascada de San Pedro,
el manto poblano
Cuentan las viejas leyendas que los antiguos dioses lloraron al ver las
maravillas naturales que existían en Puebla. Estas lágrimas nunca dejaron de
caer y se convirtieron en el gigante azul y verde que vive en Zacatlán: la
Cascada de San Pedro. Este espacio único y hermosamente delicado, forma parte
de la Sierra Norte de Puebla en donde las historias, así como los días caen al
ritmo de esta cascada.
Espejo de alegría
azul
La Cascada de San Pedro es uno de los espacios naturales más importante del Pueblo Mágico de
Zacatlán. El agua de la cascada se encuentra alimentada por el cauce del río
San Pedro que llega hasta este lugar para caer a más de 20 metros de altura.
Esta maravilla puede ser vista desde arriba o seguir un pequeño sendero hasta
el fondo de la misma. Aquí la vista será ensordecedora y profundamente
impactante.
A los alrededores de la Cascada de San Pedro se ubican grandes áreas
boscosas llenas de vida. De igual manera, se pueden ver las ruinas de lo que
fue el primer templo católico de la región. Estos restos datan del siglo XVI y
dan muestra del enorme poderío de la región. También pueden ser vistos algunos
asentamientos prehispánicos de lo que fue alguna vez el Señorío de Zacatlán.
Una historia digna de
su hermosura
Un lugar de estas
proporciones no podría estar exento de leyendas e historias en su tiempo de
vida. Una de las más populares es la aparición de una joven de nombre Cielo.
Ella fue elegida como la reina del festival que se realiza en Zacatlán desde
hace décadas. La hermosura física y espiritual de Cielo le dieron el triunfo
inmediato frente a las demás competidoras. Un día, la joven decidió ir a la
Cascada de San Pedro en compañía de sus princesas. Lamentablemente, la fuerza
del agua arrastró a Cielo hacia el fondo de la cascada quitándole la vida.
Tiempo después, los vecinos de la zona aseguraron haber visto a la joven
cantando y jugando entre las piedras de la cascada.
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