martes, 28 de abril de 2020

El Camino de Santiago. 4ta Etapa. Triacastela.

Villa de 126 habitantes (665 m) en el Camino Francés, municipio de Triacastela, provincia de Lugo, Galicia. A 134 km de Santiago. Se accede tras hacer un largo descenso al valle del río Oribio, donde se localiza esta población. El trayecto discurre principalmente por el monte Oribio y a través de bosques de vegetación autóctona y aldeas típicas. En el Códice Calixtino es mencionada como el final de la última etapa en el recorrido español del Camino de Santiago. Además, se hace referencia a la población a propósito de curiosas costumbres asociadas a la peregrinación. Una de ellas, data de 1130, cuando la catedral de Santiago aún estaba en construcción. Relata como los peregrinos cogían “una piedra y la llevan a Castañeda [en Arzúa] para obtener cal destinada a las obras de la basílica del Apóstol”. Otra versa sobre los numerosos mesoneros de Santiago de Compostela que se desplazaban a esta villa para captar clientela. Se ganaban la confianza del caminante asegurándose que una vez hubieran llegado a Santiago se albergaran en su casa, donde finalmente se toparían con un negocio donde les cobrarían precios muy elevados a cambio de servicios de baja calidad.


Se deduce que Triacastela mantenía un fuerte vínculo con el Camino y era un enclave que recibía gran afluencia de peregrinos. El auge de la peregrinación en la villa se produjo entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, durante el reinado de Alfonso IX, quien la repobló y mejoró desde el punto de vista constructivo.

Como enclave relevante en tiempos medievales se puede suponer la existencia de varios centros asistenciales al caminante. Una de estas instituciones hospitalarias pudo haber estado asociada a la iglesia parroquial, con advocación a Santiago Apóstol. Este templo, cuya factura moderna data del siglo XVIII y es de tipo barroco aunque también muestra hechuras románicas, se sitúa en la rúa do Peregrino. Tiene ábside románico y una curiosa torre del año 1790. En el interior hay una imagen del Apóstol, patrón de la villa, y un retablo plateresco. La sacristía conserva una cruz procesional de plata del siglo XII.

Triacastela contaba con una cárcel de peregrinos que actualmente pasa desapercibida. Estaba destinada a quienes se hacían pasar por caminantes ya en las épocas en las que las peregrinaciones se convirtieron casi en una modalidad de mendicidad. 

Otro elemento relevante en el contexto jacobeo pudo haber sido un mesón-herrería donde se daban comidas y se arreglaban las herraduras de quienes hacían el Camino a caballo.


En la actualidad esta villa basa parte de su desarrollo económico en las peregrinaciones, lo que demuestra el alto número de bares, restaurantes y hostales existentes. De hecho, cuenta con cuatro centros de atención a peregrinos, tres de ellos privados y uno, que dispone de 56 plazas, perteneciente a la Xunta de Galicia. A la salida del núcleo se encuentra un monumento dedicado al peregrino que data del año 1965.

PATRIMONIO ARTÍSTICO
Del patrimonio artístico destaca el arte sacro cuyo ejemplo más antiguo es la iglesia románica de Alfoz con una sola nave y ábside semicircular. En Lamas se conservan dos capillas la de San Pedro en Biduedo y la de San Antón en Meizarán. La iglesia de Monte tiene dos naves la lateral comunicada con la central por medio de arcos de medio punto sobre pilares, el ábside, de origen románico, tiene bóveda de cañón y un retablo rococó. El templo de Toldaos tiene una torre de tres cuerpos a los pies, nave, crucero de arcos torales y formeros y cúpula terminada en linterna, el presbiterio tiene bóveda de cañón; fue construida por los monjes de Samos en 1159 y conserva una Virgen Abrideira del s. XIV. La iglesia de Triacastela tiene nave rectangular y ábside de tramo recto con testero semicircular de planta románica y bóveda de cañón, pero lo más destacable es la torre cuadrada situada a los pies de la iglesia y construida en el siglo XVIII, cuando también se renueva la nave. El templo de Vilavella tiene la portada principal con tablero saliente y arquivoltas de medio punto apoyadas directamente sobre el muro, en el interior posee tres retablos barrocos. 

Con respecto al arte civil en la capital municipal, Triacastela, se concentran los edificios más sobresalientes como el Mesón do Camiño con puerta de arco con dovelas, la Casa do concello, con inscripción de 1528 en la puerta, fue una cárcel, el Hospital y cerca un puente de origen romano, finalmente, en la salida de población está la Casa da Ponte que fue herrería y mesón.


Iglesias: Cancelo; Triacastela (s.s IX y XVIII); Lamas; Monte; Toldaos (s. XII); Vilavella; Alfoz (románica).

Capillas: capilla de San Adrián en Santalla; Lamas; de los Remedios en As Pasantes; de San Antón en Vilar.

Pazos y casas: Hospital de la Condesa o Casa Pedreira, mesón do Camiño, casa do Concello (s. XVI).

TURISMO Y OCIO
A nivel turístico su potencial más destacado es el camino de Santiago, Triacastela ya aparece en el Códice Calixtino como final de la etapa XI y era tradición que cada peregrino llevase una piedra caliza en su zurrón hasta Santiago para los hornos de cal de la catedral, asimismo, también dispone de un monumento al peregrino inaugurado en 1965, un albergue con 80 plazas, instalaciones municipales varias y el encanto de las vistas panorámicas desde Lamas, Alto de Riocabo y Pitín, parajes naturales con castaños y robles como el de San Xil y lugares de interés como el Mesón del Peregrino (Casa Aira), mesón da Ponte, en Puerta Herreros y el Puente de piedra.

A nivel de gastronomía destacan sobre todo los productos derivados del cerdo: los chorizos con lacón grelos y cachelos, empanada de raxo, churrasco, zorza, embutidos varios y, por supuesto, los quesos que tienen su propia feria de exaltación para promocionar este producto fabricado artesanalmente, no tiene fecha fija ya que se rota cada tres años con los ayuntamientos de As Nogais y Pedrafita. El roscón es otro postre típico.

Triacastela

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