La Gran Mentira tiene dos bazas claramente importantes: sus dos protagonistas, Helen Mirren e Ian McKellen, que saben hacer caminar, casi al 100%, a sus personajes por ese difícil filo de presentar doblez sin desvelar, por decir y no contar, suponiendo un disfrute para el espectador ante estupendas interpretaciones. Ahora, el resto de la cinta es otro cantar.
La Gran Mentira, trazada bajo la atenta mirada de la novela del escritor Nicholas Searle en la que se basa, y firmada por el responsable de la estupenda Dioses Y Monstruos, o de esos horrores llamados La Saga Crepúsculo: Amanecer Parte 1 y 2, Bill Condon, comienza su mapa del tesoro, quizá, como una suerte de Sr. y Sra. Smith, para acabar, quizá, con el esqueleto de La Muerte Y La Doncella entre manos, dejando en el plano intermedio un tiempo de desconcierto que hará que el espectador transite, quizá, por The Americans, Verano De Corrupción, Arlington Road. Temerás A Tu Vecino, El Libro Negro, Prisioneros, Marathon Man, La Deuda o las comedias, sí, como lo leen, Falsas Apariencias 1 y 2.
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¡Vamos! que hasta que no se desvela el pastel no sabemos a qué carta, de la trucada baraja, hemos de quedarnos. Y, claro, aglutinar tantas posibles referencias, hace que el tono de la cinta se resienta, provocando en la audiencia de la sala una zozobra emocional al no saber ciertamente responder a la siguiente pregunta: ¿qué esconden éstas elegantes, indefensas y flemáticas personas de la tercera edad? Y no por lo bien tramado del guion, sino por lo deshilachado de éste.
Toca entonces arrojar algo de luz sin deslumbrar: los personajes principales de La Gran Mentira esconden mucho dolor, rabia y errores cometidos en tiempos convulsos, por aquello de De Aquellos Barros, Estos Lodos. Lo que nos lleva a un embarrado tono de tonos que hace que La Gran Mentira no acabe de cuajar, a pesar de los muchos esfuerzos, como hemos dicho, de la pareja protagonista. Algo que, no por ellos, sino por lo comentado, hace que finalmente no acabemos de picar el anzuelo de una historia que trazada mirando a La Vida De Los Otros igual hubiese acabado siendo una estupenda película, de esas de emociones fuertes, capaces de mezclar intriga y libros de historia o acción con vida cotidiana. Porque, ya saben bien los buenos mentirosos del cine, que la más creíble de las verdades debe estar siempre, siempre, apoyada en una impecable maraña de mentiras. Ya que si no, la verdad verdadera nos parecerá la mentira más mentirosa. Aunque cada uno siempre acabará creyéndose lo que quiera creerse.
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William "Bill" Condon (22 de octubre de 1955) es un guionista y director estadounidense, más conocido por dirigir y escribir películas aclamadas por la crítica como Chicago, Kinsey, Dreamgirls y las dos últimas entregas de The Twilight Saga: Breaking Dawn. En 1998, Condon debutó como guionista en Dioses y monstruos, que le valió su primer Oscar. También fue nominado por Chicago. En 2006 Condon ganó un Globo de Oro por su película Dreamgirls, que escribió y dirigió. Sus películas han sido éxitos comerciales y en la crítica.
A la edad de doce años, Condon se sintió atraído por la escritura guion con su primera visita a Bonnie y Clyde: "Parte del placer de que era una cosa completamente instintiva que me atrajo al mundo de la escritura de cine. De repente se convirtió en todos los sentidos, su mente fue contratada por él. Lo más agradable fue que se sintió como si fuera parte del movimiento y parte de esa diversión." Después de obtener su Licenciatura en Artes, Condon empezó a trabajar como periodista para revistas de cine, como American Film y Millimeter. Él comenzó su carrera escribiendo la película independiente Strange (1981) y el gran presupuesto de ciencia-ficción Invaders Romp Strange (1983) protagonizada por Nancy Allen y Wallace Shawn. Su debut como director fue Sister, Sister (1987), un espeluznante misterio gótico meridional protagonizada por Eric Stoltz y Jennifer Jason Leigh.
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Después de esto, Condon hizo una serie de novelas de suspenso hecha para la TV, incluyendo Asesinato 101 (1991), protagonizada por Pierce Brosnan y por el cual Condon ganó junto a su coguionista Roy Johansen 1992 un premio Edgar por su guion. Durante este período también escribió el guion de la película de suspenso F/X2 (1991), que fue dirigida por el director australiano Richard Franklin.
En 1994, volvió a formar equipo con Nancy Allen para dirigir la película The Man Who Wouldn't Die, que también protagonizó Roger Moore. Después de dirigir Candyman: Farewell to the Flesh (1995), una secuela de película de terror de Bernard Rose, Condon llegó a la fama del cine con Dioses y Monstruos, que él mismo escribió y dirigió. El guion fue basado en una novela escrita por Christopher Bram. Este film que ganó el Oscar a Mejor Guion Adaptado. También sería nominado para el mismo premio Oscar en 2002 por la adaptación del musical Chicago, que también le valió un segundo premio Edgar. Recibió elogios de nuevo en 2004 por escribir y dirigir la película Kinsey, que narra la vida del controvertido investigador sexual Alfred Kinsey. En 2005, le dieron el Premio Stephen F. Kolzak en los Premios GLAAD. En 2005, se anunció que Condon iba a escribir el guion y dirigir, la adaptación cinematográfica de Dreamgirls, el aclamado musical de Broadway basado libremente en la carrera del grupo musical The Supremes con Motown Records. Fue su segunda adaptación de un musical. La producción fue filmada en los estudios de CBS en Los Ángeles, con un elenco que incluye a Jamie Foxx, Eddie Murphy, Beyoncé Knowles, Jennifer Hudson, Anika Noni Rose, y Danny Glover. Dreamgirls fue estrenada en diciembre de 2006, con lanzamiento final en abril. Condon recibió Directors Guild of America y Broadcast Film Critics Association candidaturas para dirigir la película, pero al mismo tiempo las candidaturas llegaron a ocho, pero ni Condon, ni la película recibió nominaciones en sus categorías en los Premios de la Academia. Condon es un miembro de los proyectos de largometrajes independientes (IFP) en Los Ángeles, una organización sin fines de lucro que apoya a las películas independientes, así como del Comité Directivo Independiente de Escritores, que fue iniciado por la Writers Guild of America (WGA). Él ganó mucha atención en 2010 cuando se anunció que iba a dirigir las dos partes de The Twilight Saga: Breaking Dawn una adaptación de la cuarta y última novela de la saga Twilight de Stephenie Meyer. |
Helen Mirren
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Laurie Davidson
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Stephen
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Vincent
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Hans Taub (1948)
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Bryn
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Soon to be a major motion picture starring Helen Mirren and Ian McKellen.
“A superb thriller and a truly engrossing read.”—Ruth Ware, New York Times bestselling author of In a Dark, Dark Wood and The Woman in Cabin 10
When Roy meets a wealthy widow online, he can hardly believe his luck. Just like Patricia Highsmith’s Tom Ripley, Roy is a man who lives to deceive—and everything about Betty suggests she’s an easy mark. He’s confident that his scheme to swindle her will be a success. After all, he’s done this before.
Sure enough, Betty soon lets Roy move into her beautiful home, seemingly blind to the web of lies he’s woven around her. But who is Roy, really? Spanning almost a century, this stunning and suspenseful feat of storytelling interweaves the present with the past. As the clock turns back and the years fall away, long-hidden secrets are forced into the light. Some things can never be forgotten. Or forgiven.
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